Erika, una joven embarazada de 25 años de edad (nombre ficticio), originaria de Acatic donde tiene su hogar, y en este mes de junio en la primera quincena se le vino el trabajo de parto justo el pasado día 11 en la madrugada.
Tenía su primer embarazo y el momento llegó y la opción era el Hospital de la Mujer en Zapotlanejo a donde acudió con dolores muy fuertes, los médicos la revisaron y de la emoción del bebé paso a la desesperación de familiares y de la misma paciente cuando les dijeron que en ese hospital no podía dar a luz porque el alumbramiento iba ser por medio de cesárea de alto riesgo.
La llevaron a Tepatitlán de inmediato y se encaminaron al Hospital Regional donde confiaban que por fin terminaría la experiencia pero para su sorpresa les indicaron que al menos ahí tampoco la podían atender porque no había médicos disponibles, y tenía que buscar atención en otro lugar.
Como pelota de Ping Pong
La paciente llegó al IMSS, pero al no ser derechohabiente tampoco la pudieron atender y pidieron fuera trasladada al Hospital Regional, donde tuvo que ser intervenida de urgencia.
PAPA CALIENTE
Una protesta de trabajadores cubre incidencias en el Hospital Regional está provocando que la atención médica sea reducida, obligando a los pacientes a trasladarse a hospitales privados, o mujeres en trabajo de parto que son enviadas a Zapotlanejo o la ciudad de Guadalajara.
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