Tu salud mental en tiempos de contingencia


Por naturaleza el ser humano es un ser social, pero la pregunta radica en cómo seguir siendo social ante esta contingencia.

Por Erika A. Alfaro Ruvalcaba, Psicóloga/El Portal/ 11 de julio de 2020

El cambio de vida que se ha propiciado ante la contingencia sanitaria nos ha llevado a una readaptación social y familiar, a conocer más e inclusive a hacer frente a grandes miedos, como lo han sido, el miedo a perder la “estabilidad financiera”, perder nuestros empleos, alejarnos de nuestras familias, y dejar nuestras actividades diarias.

Grandes movimientos propician grandes cambios, la poca tolerancia a la frustración, el aislamiento social, limitación en la participación de actividades fuera de casa, limitación en servicios o productos, la desinformación e información no clara, las  nuevas normas de trabajo e inclusive la forma de relacionarnos con los demás han traído consigo estragos en nuestra salud, no sólo física sino que en gran medida a nuestra salud mental, presentándose  episodios de tristeza, desesperación, frustración, ansiedad, altos niveles de estrés, etcétera.

Los principales efectos psicológicos ante el confinamiento y la contingencia de salud, son los trastornos por estrés entre los que destacan la alteración emocional, síntomas depresivos, agotamiento emocional, síntomas ansiosos, irritabilidad, enojo, además de cambios psicofisiológicos como lo es el insomnio, los cuales pueden o no ser visibles en las personas. Estresores económicos, inestabilidad laboral, despido, el miedo a la infección, la angustia vivida día a día, podrán desencadenar desregulación emocional, lo que conllevaría al desinterés de sí mismo y de los demás, apatía, desesperanza, Trayendo consigo una incapacidad de mejora.

Estos efectos podrán mantenerse aún después de la contingencia, debido al trastorno por estrés postraumático que podrá presentarse semanas o meses después, sumando a ello comportamientos de evitación y postergación de ciertas actividades que en algunas personas, serán conductas que perduren aún después del confinamiento. Por ello es de vital importancia atender nuestra salud mental; el llevar un acompañamiento emocional nos otorga herramientas para proteger nuestra salud psicológica.

Acudir a psicoterapia, ya sea en modalidad presencial (siguiendo las normas de seguridad e higiene) o la psicoterapia on-line, aportará  beneficios adaptativos, de resiliencia, para mejorar la calidad de vida de las personas; hablamos de un fortalecimiento de la personalidad, mejor regulación y expresión emocional, mayor consciencia de sus sentimientos, creación y mantenimiento de rutinas sanas, no caer en pánico, así como una mejor adaptabilidad ante la nueva normalidad durante y después de la contingencia.

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