Una radiografía a los autos de alquiler

El choque del servicio tradicional y de plataforma es evidente, y han aprendido a convivir entre la legalidad y el límite de la ley.

 Portal PDI│22 agosto 2020


En Tepatitlán y Zapotlanejo, aunque parecieran ciudades muy diferentes, la primera a la segunda por tamaño de población, debería tener mucho más servicios, incluso en la de autos de alquiler, mejor llamados taxis o ubers.

Para dar una idea del contexto vamos dando el panorama. Tepatitlán, que en estimaciones debe tener en este 2020 poco más de 153 mil habitantes, y cuenta con 134 taxis, y Zapotlanejo que tiene poco más de 70 mil personas, tiene 89. Para hacer una relación sencilla, en Tepa, a cada taxi le corresponden 1,141 personas, mientras que en Zapotlanejo 820. Tepatitlán tiene un 50% más de taxis que Zapotlanejo, pero una población al doble, lo que ahí ya se convierte en problema.

Aunque en 2018 en Tepa, fueron adquiridos 43 vehículos más para el servicio de taxi, siguen siendo insuficientes, a lo que plataformas digitales quisieron abrir camino, pero fue rechazado por la autoridad local, muchos dicen que por presión de los taxistas, y el remedio para tratar de calmar los ánimos fue dar más licencias de taxis, y la demanda presionó de nuevo para que las plataformas revivieran.

La clandestinidad

Decenas de choferes que estaban agregados a una plataforma digital en Tepa, y que compraron vehículos a crédito, o los rentaron, comenzaron a ver las restricciones de la autoridad, optando a trabajar por su cuenta, en un limbo legal, operando mediante redes sociales, Aclarando que esto no tiene nada que ver con el nivel de seguridad, al ser una ciudad media, el transportarse en taxi o en los llamados servicios ejecutivos o de plataforma, los niveles de inseguridad permiten a todos trabajar en confianza.

Visiones diferentes

Entrevistando a taxistas y los choferes privados, nos dimos cuenta que se tienen visiones diferentes del negocio, y debe ser así, porque la regulaciones son totalmente distintas.

En el taxi, el chofer ya sea dueño o contratado como conductor, debe obtener recursos para el pago de la licencia, cuotas del gremio, el combustible, el mantenimiento, el vehículo, y el pago del chofer (si es que lo contrata el dueño del taxi).

En el transporte privado, la dinámica es diferente, porque todo lo que tenga que ver con regulaciones hacia el servicio no existe, y solamente la preocupación es por el pago del vehículo, mantenimiento y combustible.

En la plataforma digital, la preocupaciones, son por alcanzar las comisiones necesarias para solventar los gastos de mantenimiento, combustibles, y pagos del vehículo.

Se ha llegado a una dinámica similar que en Guadalajara, donde un chofer puede trabajar en las 3 plataformas, y esto ha logrado relajar la presión entre una plataforma y la otra, y no llegar a una pelea judicial como lo fue en años anterior, que se logró poner un freno a plataformas como Siggo.

Cuotas

El taxi, por lo regular debe esperar en un sitio específico, y su servicio se activa cuando las personas llegan a este lugar, o cuando por la cabina se solicita un servicio. En cuanto se activa el servicio conlleva todo un ritual de oferta y demanda. Si el servicio es a domicilio, y por alguna situación el servicio se cancela, lleva un costo que se intenta cobrar al solicitante, argumentando que el taxista perdió su lugar en la fila. 

Aunque existen tarifas en el taxi, el regateo es el pan de cada día, por lo regular se llega a una negociación entre el cliente y el chofer para que los dos salgan beneficiados.

La plataforma digital, es similar a las grandes como Uber, se tienen tarifas establecidas que varían según el tiempo transcurrido en el viaje, y medidas de seguridad, como la identificación previa tanto del cliente como del conductor.

En la competencia, el sistema fue hasta cierto punto similar cuando se trabajó en la plataforma digital, y por lo regular este servicio aún conserva un mejor precio que el servicio tradicional, y con la ventaja que solamente es necesario pedirlo por teléfono o red social, y llega al domicilio. Aquí se ha tejido una red de choferes y clientes, donde los segundos tienen a sus conductores favoritos, y son con quien programan las salidas.

Hasta este 2020 han sabido tolerarse, y esto en gran parte, es a la mezcla que se está dando entre choferes y dueños de taxis con el servicio ejecutivo y la plataforma.

Cerca de Guadalajara

Zapotlanejo, trabaja con una mecánica totalmente distinta. Aquí conviven los taxis, los servicios ejecutivos, y las plataformas digitales. En algunos horarios, uno puede solicitar un Uber, y un traslado hasta la ciudad de Gudalajara tiene un costo mucho menor que en los taxis.

Aquí es una constante la queja por las tarifas de los taxis, porque suponiendo que deben ser ya establecidas, cada ruta tiene diferente precio, dependiendo del número de personas que van, al lugar a donde viajan, y hasta la carga que llevan.

La demanda de vehículos de alquiler es mucho menor que en Tepatitlán, por lo que no es un problema la oferta de vehículos, ya que a falta de taxis se puede recurrir a las alternativas, estén en plataforma o no.

Los taxis después de una dura competencia por las plataformas digitales no han sabido actualizarse al mercado, pero han optado por la solución más sencilla, que sus conductores interactúen con las plataformas digitales, porque el conductor puede trabajar en el taxi, en la plataforma o por su cuenta, y los dueños pueden comprar taxis o autos para las plataformas, porque lo que sobran en este momento son opciones.




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